Opinión A comer que se acaba el mundo 5 minuto leer Comentarios desactivados en A comer que se acaba el mundo 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Hace unos años leí que el Pentágono había diseñado un plan militar de contingencia en caso de que se produjera un ataque zombi. No sé cuán veraz habrá sido aquella noticia, pero me encantó la idea de que un escenario surgido del cine y la literatura hubiera saltado a un “paper” del Departamento de Defensa norteamericano. A veces creo que Estados Unidos es un país donde no existe el absurdo, a tal punto que un candidato presidencial, para justificar su política migratoria, puede llegar a decir en un debate, muy suelto de cuerpo, que los inmigrantes secuestran las mascotas de sus vecinos para comérselas. Leo en X que los supermercados norteamericanos Costco venden kits de emergencia con alimentos que pueden conservarse durante 25 años. “¿Saben algo que nosotros no sabemos?”, se pregunta irónicamente el tuit. Voy al sitio de la cadena para verificar si es una típica fake de la red social o si, efectivamente, algo parecido existe. Y claro, existe: el kit cuesta 99.99 dólares. Es un cubo con comida de la marca ReadyWise. De la descripción del producto se desprende que el gerente de marketing es afecto a la narrativa apocalíptica: “En un mundo donde la imprevisibilidad se ha convertido en una constante, nuestro surtido asume un papel vital en la preparación para emergencias. Imagínese la aparición repentina de un clima severo, los desafíos de las transiciones laborales inesperadas o la inquietante idea de la escasez de alimentos. Estos son los momentos en los que tener una fuente confiable de sustento se convierte en un punto de inflexión. ReadyWise reconoce que estar preparado significa más que simplemente tener suficiente para comer. Se trata de tener la tranquilidad de saber que ha tomado medidas proactivas para garantizar su bienestar”. Son “alimentos liofilizados y deshidratados” (polvitos, bah) imbuidos de la mística de “una resiliencia que se extiende hacia el futuro”. El objetivo del texto es inocular miedo al porvenir, ya que este, por ser impredecible, encierra entre sus infinitas posibilidades también la de una catástrofe. Y en caso de que ocurra, allí estará ReadyWise para que no suframos: “Con una extraordinaria vida útil de hasta 25 años, esta variedad no es sólo una solución temporal: es una solución a largo plazo. (…) Pero no se trata sólo de supervivencia; se trata de mantener una sensación de normalidad, comodidad e incluso disfrute durante tiempos difíciles”. El cubo trae 150 porciones de comida que se preparan sólo agregando agua. Hay macarrones con queso, arroz teriyaki, pastel de papa, granola, pudin de vainilla y varios tipos de sopa. Calorías totales: 25.280. Imagino un bunker subterráneo de cemento construido en algún lugar de West Virginia. En la superficie, zombis. Abajo, un hombre que escucha una canción de John Denver mientras revuelve en una olla un mejunje extraño y piensa, satisfecho: “A comer que se acaba el mundo”. Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado