Opinión Al fin y gracias a Biró, viajar en business se ha convertido en un acto de justicia social 13 minuto leer Comentarios desactivados en Al fin y gracias a Biró, viajar en business se ha convertido en un acto de justicia social 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Siempre ha sido más fácil decir que hacer y prometer que realizar. Y no sólo en política. Pero no lo tomemos a mal. ¡Cómo se hace esperar el 3! Y porque se lo espera, tal vez, aparecen novedades interesantes en nuestra política. Repasemos un poco: fue en diciembre de 2022 cuando Massa, asumido ministro para ser candidato, anunció-prometió: “el objetivo es una inflación del 3% en abril”. Abril de 2023, hoy ya largo año atrás. Agosto 2024: 4,2 % Un cuatro duro de domar, lo que muestra y demuestra qué fácil se entra en la inflación y qué difícil es salir de ella. Si hasta el Fondo le acaba de dar el gusto a Milei y lo corrió a Rodrigo Valdés, como si Rodrigo Valdés fuera un inflacionista. La batalla contra la inflación continúa, en apariencia, estática en los números, pero, si uno se fija, dinámica en la política. ¿Cuándo se hubiera pensado que hasta los ajustados más ajustados, los jubilados, no iban a estar, al menos masivamente, en contra del veto a la mal llamada ley de movilidad jubilatoria, salvo que ir siempre para atrás se considere movilidad? ¿Y cuándo que algunos diputados después de votar sí por el engaña pichanga de los aumentos sin respaldo, se dieran vuelta y vetaran? Milei no se caracteriza por la seriedad de algunas de sus declaraciones, pero que va consiguiendo cambios, los va consiguiendo. Muy posiblemente estaban latente en una parte grande de la población, no conseguían salir y necesitaban la dosis de decisión que no le falta al presidente, que salió a negociar y negocia. Es nuevo. Después están las cosas nuestras de siempre: atléticos jubilados que chocan con la policía con una energía admirable, manifestantes que van a la protesta con chicos y las operetas oficiales con el gas pimienta. No sólo la policía debe rendir cuentas: también esos padres. Milei puede seguir con los vetos. Es el turno de la plata para las universidades. Armó en Diputados el tercio necesario, aunque tiene que cuidarlo y no siempre lo hace. Propios más los del Pro y algunos radicales: quizás sea el contorno de una nueva coalición electoral. Tiene por delante la madre de todas las batallas por el equilibrio fiscal: el Presupuesto, presentado en fecha y propagandizado por cadena nacional. Se verá si sigue haciendo política, esa que dice detestar, y cuánta presencia habrá el domingo en el recinto, cuántos pegarán el faltazo o se irán a la primera de cambio. La poblada milicia trollística del gobierno, que como los insultos presidenciales a diestra y siniestra contra el periodismo ya empieza a cansar, hizo gran alharaca con el alumbramiento de la boleta única, como si fuera mérito propio. En realidad, la tradición receta prudencia para el festejo final: salió del Senado con modificaciones a lo legislado por Diputados, por lo que falta las puntadas finales otra vez de Diputados. Será un gran avance… anticorrupción, porque de entre las maniobras de fraude y curro del sistema con el que nos venimos manejando, surgían representantes más de lo propio y de lo partidario que del interés general. Ojalá sea un buen, real purgante anticasta. Al gobierno le queda la derrota con las Universidades, un rubro, en lo discursivo, con cierto parentesco con el jubilatorio: estamos preocupados por estas cosas, es lo que se dice, pero en realidad más preocupados están algunos por las cajas políticas, que es lo que se disimula. La otra novedad: el hundimiento del DNU para la Side, mal y tardíamente argumentado y hasta con algunos aires de soberbia: si nos pasa algo ya saben adónde mirar, a los que voltearon el decreto, lo que hace acordar aquella tarde de Cristina aconsejando mirar al Norte. Y no fue en ese Norte donde, precisamente, atentaron contra su vida. Cristina necesita tener siempre a mano una clase magistral y… a los copitos. Y esta parte, es otra que cansa. Ahora está en la mesa de operaciones políticas otra vez qué pasó con el teléfono del copito Sabag Montiel. Tardaron tres horas en mandarlo al Juzgado y el “experto” de la Federal designado para abrirlo, al parecer había hecho un curso por internet. Lo bloqueó. Estropeado, pasó a la PSA, y nada: fue reseteado pero no pudieron escucharlo. Y como sigue la nada, Martín Mena, de Cristina y ministro de Kicillof, declaró para estirar el juicio que la jueza Capuchetti manipuló el celular. Capuchetti lo denunció por mentir. Recordemos: Cristina estaba sin su custodia policial, la policía porteña fue apartada del lugar por orden de un juez K y la “custodia” la asumió La Cámpora. Todo muy a la argentina, a esa argentina que deberíamos dejar atrás de una buena vez. Y una última pero no la última argentinada para este boletín. Gracias al jefe de los pilotos, Pablo Biró, viajar en business se ha convertido en un acto de justicia social. Y más que eso: un acto de justicia social que incluye a familiares y, si da, a algún amigo/amiga. El hijo de un piloto también recibe de la empresa pasajes para él y su mujer cuando se casa. Y la viuda, mientras sea pensionada, mantiene con sus hijos todos los beneficios en pasajes. Biró es una rareza: un kirchnerista fanático en un sindicato casi aristocrático como el de los pilotos, por lejos los que más plata ganan en ese medio. Y por si no se entendió, consultar a Edgardo Llano, otro histórico jefe sindical de Aerolíneas, rubro maleteros. Llano es el dos de la izquierdista CTA y ordenó a sus afiliados escrachar en los vuelos a todo legislador que hubiera votado por la ley Bases. Pero el jueves antes del paro, se trepó a un avión rumbo a Madrid, de vacaciones con su mujer y cuatro hijas. ¿Boletos?: pagos por Aerolíneas. La justicia social da para todo, incluida la injusticia. Eso sí: en turista, como viaja Llano siempre que la situación gremial está espesa como ahora. Biró y Llano han hecho carrera presentando cualquier reclamo gremial como parte de una lucha por la soberanía nacional, aunque la defensa sea de sus propios intereses y en contra de la gente. El gobierno incorporará la aviación a las actividades consideradas esenciales, que no pueden hacer con las huelgas lo que se le da la gana. El transporte ya estaba, como en casi todo el mundo, en esa lista pero Kirchner lo borró a pedido de Moyano. Se verá. Puede ser otro cambio. Y otro exceso en vías de retroceso, aunque quedan tantos… Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado