Opinión la AFA en su hora más oscura 7 minuto leer Comentarios desactivados en la AFA en su hora más oscura 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Algún día iba a pasar. Y pasó. Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba, describió este lunes lo que era un secreto a voces en el fútbol argentino: la manipulación de los arbitrajes; el temor de los dirigentes a que, si critican a la AFA, sus equipos sean perjudicados con la designación de árbitros “serviles”; la permanente alteración de campeonatos y descensos para proteger las alianzas que sostienen a Claudio Tapia en el poder; y la utilización de fondos que aseguran una AFA rica y clubes sometidos por su debilidad económica. “Con el manejo de los arbitrajes le das miedo a todo el mundo”, le dijo Fassi a Tapia. Y desafió: “El fútbol está cansado de que pasen cosas raras”. El desencadenante fue la actuación de Merlos en Talleres – Boca. Pero fue sólo el capítulo más reciente. Nuestro fútbol viene incubando esta crisis desde hace años, con arbitrajes vergonzosos, dirigentes, como el tesorero Pablo Toviggino, convertidos en “apretadores” seriales, y alteraciones reglamentarias para beneficiar a los aliados. El telón de fondo es la resistencia de Chiqui Tapia y otros directivos a la transformación de los clubes en sociedades anónimas, y a que ese cambio empuje una renovación en la AFA. ¿Servirá para algo la catarsis de Fassi? ¿Lo acompañarán algunos de los dirigentes de los equipos de Primera División y el ascenso? Los antecedentes no invitan al optimismo. Sin embargo, una cosa es segura: el envilecimiento institucional quedó expuesto como nunca antes. Ya no lo disimulan ni siquiera los éxitos de Messi, Scaloni y compañía. La eclosión empezó a gestarse en Mendoza. A un fallo espantoso de Andrés Merlos le siguió la locura. Fassi aseguró que el árbitro le había pegado una trompada, y más tarde este denunció que custodios de Fassi lo habían amenazado con un arma. Hoy, un video le acerca la razón a Fassi. Se ve una agresión, o su intento, y a él como víctima. En la descripción de esa escena el dirigente utilizó una palabra clave: impunidad. “Imagínese la impunidad de este señor”, dijo sobre Merlos. La historia cercana respalda esa idea. La trompada de Merlos es la expresión visible y violenta de quien se reconoce protegido por el poder, salió indemne de otros tantos escándalos y, lejos de ser castigado, fue reconocido. Merlos sabe que tiene el respaldo de Beligoy, secretario de la Asociación Argentina de Árbitros, y que Beligoy es una pieza vital en el oscuro engranaje de Tapia. La otra clave la ofrece el propio Merlos. Dijo: “No hay explicación a lo que hace este hombre (Fassi), se nota que tiene impunidad, no sé si política, económica o qué…” (…) “Dejar el arbitraje sería darle la razón a la impunidad que tiene toda esta gente” (…) “Tienen tanto poder, no sé de dónde, que hacen estas cosas…». La mención a la política no es inocente. Las acusaciones de “impunidad” son mutuas y revelan la idea de que hay un aval detrás. Merlos se reconoce como soldado de una pelea colectiva que excede a Fassi y es contra “toda esta gente”. Tampoco es casual que, en su descargo, Fassi haya dicho: “Me entusiasma que venga un Presidente (Milei) y hable de terminar la corrupción”. El mensaje está claro. Nada asegura un cambio en nuestro fútbol. Pero el escándalo Merlos- Fassi dejó a la vista algunos “monstruos” que hace rato habitan la AFA y que serán difíciles de volver a ocultar. Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado