Opinión La obsesión con Aerolíneas Argentinas 9 minuto leer Comentarios desactivados en La obsesión con Aerolíneas Argentinas 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr 12 de octubre 2024 – 18:24 Si bien un debate serio debería centrarse en el rol del Estado sobre ciertas empresas y sectores estratégicos, Milei impone el debate dicotómico de Estado o Mercado. @diego_domi Días atrás Javier Milei publicó el decreto 873/2024 por el cual se coloca a Aerolíneas Argentinas como sujeta a privatización, situación que venía siendo amenazada desde los comienzos de la gestión. Si bien un debate serio debería centrarse en el rol del Estado sobre ciertas empresas y sectores estratégicos, Milei impone el debate dicotómico de Estado o Mercado. Así, en lugar de tener un debate público sea sobre la conectividad y la integración de nuestro territorio, el octavo país más grande en extensión, simplemente es sobre un balance en el vacío, sin contener tiempo, espacio e historia de nuestra compañía aérea. El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores. suscribirse ya estoy suscripto Javier Milei es un fundamentalista, en este caso de la teoría económica conocida como public choice (teoría de la elección pública). James Buchanan, economista estadounidense, en su obra maestra The Calculus Consensus sostiene que el objetivo de los políticos es simplemente buscar su reelección o permanecer en el cargo y por tanto no toman decisiones económicas óptimas sino basadas en sus propios intereses. Junto con Tullock, Buchanan fue uno de los primeros en 1960 en criticar y cuestionar los principios keynesianos y en 1986 recibió el Premio Nobel de Economía. Lo más relevante de la mirada de public choice es que, al suponer que los burócratas y los políticos juegan sus propios intereses a la hora de implementar políticas públicas, se estaría dando lugar a que aumente el déficit público. Esta mirada sobre la política y el Estado claramente cuestiona en realidad los propios cimientos democráticos y deja espacio para simplificaciones tales como “todos los políticos son iguales”, “se aferran al sillón”, “están ahí por la plata” o el famoso “con la tuya contribuyente”, en lugar de discutir cómo mejorar, buscar más negocios y brindar mejores servicios para cada ciudad, empresa, familia, independientemente que no vivan en el Gran Buenos Aires. Informate más Por supuesto, no existen organizaciones perfectas y siempre hay áreas de mejora, pero lo que se quiere instalar es el mito de las empresas públicas es que el mayor mal que padecen es por ser parte del Estado. Parece que, si de repente los accionistas fueran las cuatro o cinco mayores fortunas del país, el management, el servicio y los resultados fueran a ser inmediatamente mejores, pero esa situación ya la vivimos y no fue así, solo necesitamos tener memoria. Volvamos al cielo. En 2008, debido a problemas financieros, el Estado se vio obligado a rescatar Aerolíneas Argentinas. Cabe destacar que la empresa se vendió sin deuda, pero cuando el Estado volvió a hacerse cargo de ella tuvo que abonar las indemnizaciones de miles de despidos, Iberia hipotecó sus aviones y vendió sus inmuebles, y Marsans terminó de vaciarla. Muy responsable el capitalismo, ¿no? Desde entonces, bajo gestión estatal, la compañía experimentó un crecimiento significativo hasta 2014. Se renovó la flota y la infraestructura, recuperando el centro de entrenamiento de pilotos. El gobierno de Mauricio Macri llegó también con la idea de “cielos abiertos” y permitió la entrada de aerolíneas de bajo costo al país, lo que muchas veces resultó una competencia desleal con Aerolíneas Argentinas, al no tener que cumplir estas con un mínimo de cobertura de vuelos no rentables pero centrales para la conectividad del país y las economías regionales. A pesar de eso, durante la gestión de 2019 al 2023, Aerolíneas no solo desempeñó un papel central durante la pandemia (tanto para repatriar argentinos que estaban en el exterior como para distribuir vacunas en todo el territorio nacional), sino que consiguió dar vuelta su balance y llegó a ser superavitaria. ¿Qué pasará si se avanza finalmente en la privatización? Como lo recordaba Cristina Fernández de Kirchner allí por el año 2022 “Si el Estado tuviera solamente una concepción darwinista de que solamente va donde hay rentabilidad ¿Qué hacemos con los millones de argentinos y argentinas en destinos remotos en donde no hay rentabilidad económica? La respuesta en el caso de privatizarse sería nuevamente el aislamiento y el desarrollo inequitativo de nuestras economías regionales donde se incentivaría solamente aquellos destinos que resultan para el capital beneficiosos y el resto del país queda sumido al olvido”. Economista, docente universitaria, directora del Banco Ciudad Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado
Días atrás Javier Milei publicó el decreto 873/2024 por el cual se coloca a Aerolíneas Argentinas como sujeta a privatización, situación que venía siendo amenazada desde los comienzos de la gestión. Si bien un debate serio debería centrarse en el rol del Estado sobre ciertas empresas y sectores estratégicos, Milei impone el debate dicotómico de Estado o Mercado. Así, en lugar de tener un debate público sea sobre la conectividad y la integración de nuestro territorio, el octavo país más grande en extensión, simplemente es sobre un balance en el vacío, sin contener tiempo, espacio e historia de nuestra compañía aérea.
Javier Milei es un fundamentalista, en este caso de la teoría económica conocida como public choice (teoría de la elección pública). James Buchanan, economista estadounidense, en su obra maestra The Calculus Consensus sostiene que el objetivo de los políticos es simplemente buscar su reelección o permanecer en el cargo y por tanto no toman decisiones económicas óptimas sino basadas en sus propios intereses. Junto con Tullock, Buchanan fue uno de los primeros en 1960 en criticar y cuestionar los principios keynesianos y en 1986 recibió el Premio Nobel de Economía. Lo más relevante de la mirada de public choice es que, al suponer que los burócratas y los políticos juegan sus propios intereses a la hora de implementar políticas públicas, se estaría dando lugar a que aumente el déficit público. Esta mirada sobre la política y el Estado claramente cuestiona en realidad los propios cimientos democráticos y deja espacio para simplificaciones tales como “todos los políticos son iguales”, “se aferran al sillón”, “están ahí por la plata” o el famoso “con la tuya contribuyente”, en lugar de discutir cómo mejorar, buscar más negocios y brindar mejores servicios para cada ciudad, empresa, familia, independientemente que no vivan en el Gran Buenos Aires.
Por supuesto, no existen organizaciones perfectas y siempre hay áreas de mejora, pero lo que se quiere instalar es el mito de las empresas públicas es que el mayor mal que padecen es por ser parte del Estado. Parece que, si de repente los accionistas fueran las cuatro o cinco mayores fortunas del país, el management, el servicio y los resultados fueran a ser inmediatamente mejores, pero esa situación ya la vivimos y no fue así, solo necesitamos tener memoria.
Volvamos al cielo. En 2008, debido a problemas financieros, el Estado se vio obligado a rescatar Aerolíneas Argentinas. Cabe destacar que la empresa se vendió sin deuda, pero cuando el Estado volvió a hacerse cargo de ella tuvo que abonar las indemnizaciones de miles de despidos, Iberia hipotecó sus aviones y vendió sus inmuebles, y Marsans terminó de vaciarla. Muy responsable el capitalismo, ¿no?
Desde entonces, bajo gestión estatal, la compañía experimentó un crecimiento significativo hasta 2014. Se renovó la flota y la infraestructura, recuperando el centro de entrenamiento de pilotos. El gobierno de Mauricio Macri llegó también con la idea de “cielos abiertos” y permitió la entrada de aerolíneas de bajo costo al país, lo que muchas veces resultó una competencia desleal con Aerolíneas Argentinas, al no tener que cumplir estas con un mínimo de cobertura de vuelos no rentables pero centrales para la conectividad del país y las economías regionales. A pesar de eso, durante la gestión de 2019 al 2023, Aerolíneas no solo desempeñó un papel central durante la pandemia (tanto para repatriar argentinos que estaban en el exterior como para distribuir vacunas en todo el territorio nacional), sino que consiguió dar vuelta su balance y llegó a ser superavitaria. ¿Qué pasará si se avanza finalmente en la privatización? Como lo recordaba Cristina Fernández de Kirchner allí por el año 2022 “Si el Estado tuviera solamente una concepción darwinista de que solamente va donde hay rentabilidad ¿Qué hacemos con los millones de argentinos y argentinas en destinos remotos en donde no hay rentabilidad económica? La respuesta en el caso de privatizarse sería nuevamente el aislamiento y el desarrollo inequitativo de nuestras economías regionales donde se incentivaría solamente aquellos destinos que resultan para el capital beneficiosos y el resto del país queda sumido al olvido”. Economista, docente universitaria, directora del Banco Ciudad
