La tercera guerra del Líbano en 40 años ya está en marcha: qué sucedió en las otras dos y quién las protagonizó

Israel anunció este miércoles el envío de más soldados al sur de Líbano. Estas tropas se unirán a lo que este país llama «incursiones limitadas» contra Hezbolá, las que anunció hace dos noches. Este es el contexto: un Estado quebrado; el sur del país controlado por el grupo armado chií; y las fuerzas israelíes invadiendo su territorio.

Si no estamos ante la tercera guerra del Líbano al menos lo parece. La anterior tuvo lugar en 2006 y antes, la primera guerra del Líbano, ocurrió entre 1982 y (al menos) 1985.

Primera guerra del Líbano

Comenzó el 6 de junio de 1982 cuando el Ejército de Israel invadió el sur del Líbano con el objetivo de expulsar de allí a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Era la respuesta israelí al intento de asesinato del embajador israelí en el Reino Unido, Shlomo Argov, por parte del grupo de Abu Nidal. Al mando militar de los israelíes estaba el comandante Ariel Sharon (años después, primer ministro del país) y al frente la OLP se erigía Yasir Arafat.

Ya en 1978, Israel había ocupado parte de Líbano. Fue la operación Litani, con la que tomó una franja situada al sur del río del mismo nombre. Más de mil civiles murieron en la contienda. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó sendas resoluciones en las que instaba a Israel a abandonar los territorios ocupados.

En junio de 1978, Israel se retiró del Líbano, exceptuando lo que Israel denominó «zona de seguridad». En esa parte contaron con la ayuda de una milicia cristiana libanesa, el Ejército del Sur del Líbano.

Cuatro años después, el 6 de junio de 1982, Israel lanzó otra ofensiva contra el país vecino. Esta es la primera guerra del Líbano, que se prolongaría durante tres años y 16 días, hasta el 22 de junio de 1985. Los israelíes llegaron a hacerse con el control de Beirut, tras sitiarla y bombardearla durante dos meses. Finalmente, las fuerzas de la OLP aceptaron abandonar la ciudad.

Las milicias cristiano-falangistas libanesas regresaron a la zona oeste de Beirut, donde se encontraban dos campos de refugiados. Tuvieron lugar las matanzas de Sabra y Chatila, cuando el 16 de septiembre estas milicias entraron y ejecutaron a unos 3.500 refugiados palestinos.

Las fuerzas israelíes ocuparon Beirut hasta julio de 1983. Pero la zona comprendida entre el río Awali, al norte de Sidón, y la frontera siguió ocupada hasta 1985, cuando retrocedieron nuevamente a su «zona de seguridad».

Hezbolá, que se había fundado en 1982, comenzó a actuar contra las tropas ocupantes. El 25 de julio de 1983, tras el asesinato de siete soldados israelíes, Tel Aviv puso en marcha la operación ‘Rendición de Cuentas’ o guerra de los Siete Días. Un acuerdo de paz, con la mediación de EE UU, no acabó con los combates, que se trasladaron a la «zona de seguridad» y al norte de Israel.

Entre la primera y la segunda… más guerra

Aunque se considera que la primera guerra del Líbano acabó en 1985 y que la segunda se inició en 2006, los años que trascurrieron entre una y otra fecha no estuvieron exentos de violencia, combates y víctimas mortales.

El 11 de abril de 1996, tras los asesinatos de varios israelíes en la frontera norte del país, Israel emprendió la operación ‘Uvas de la ira’, que supuso la reanudación de los ataques contra Beirut por primera vez desde 1982. Más de 300.000 libaneses y 30.000 israelíes tuvieron que huir de sus hogares.

Tuvo lugar entonces, el 18 de abril, la masacre de Qana. Las Fuerzas de Israel bombardearon una base de tropas de Fiyi que pertenecían a la fuerza de las Naciones Unidas en el Líbano. Allí se habían refugiado cientos de personas que huían de los combates. Los israelíes lanzaron proyectiles antipersona: mataron a 118 civiles libaneses y dejaron más de 100 heridos.

Finalmente, en mayo de 2000, el ejército israelí se retiró de los territorios ocupados en el sur del Líbano.

Segunda guerra del Líbano

La también llamada guerra de los 33 días o Guerra de Julio tuvo lugar en el verano de 2006. El conflicto comenzó el 12 de julio de 2006 tras el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí, seguido de un ataque de Hezbolá contra Israel. Al mando de Hezbolá se encontraba Hasán Nasralá (fallecido esta semana en los ataques israelíes a Líbano) y en el país hebreo el primer ministro era Ehud Olmert.

En respuesta, el Ejército israelí inició una ofensiva terrestre. Sus bombardeos causaron alrededor de 1.500 muertos (el 30% de ellos niños menores de 12 años) y 4.000 heridos, y provocaron el éxodo de casi un millón de personas. Amnistía Internacional calificó de crímenes de guerra muchas de las operaciones del Ejército hebreo.

Para el gobierno israelí, el objetivo era erradicar los asentamientos de Hezbolá en Líbano. Desde la retirada israelí de 2000, la milicia chií era capaz de disparar numerosos misiles de largo alcance contra el tercio norte de Israel.

Israel causó el completo colapso de la economía del Líbano, el país que en sus años de esplendor fue bautizado como «Suiza de Oriente Medio». Destruyó la mayor parte de las infraestructuras del país y bombardeó todos los puntos vitales; desde centrales eléctricas a puentes, pasando por aeropuertos e industrias. En aquel momento Hezbolá era miembro del gobierno libanés y tenía varios ministros.

Tras más de 33 días de enfrentamientos, el 11 de agosto se acordó una tregua conforme a la Resolución 1701 de la ONU. La violencia cesó en Líbano el lunes 14 de agosto de 2006. Se calcula que Hezbolá perdió entre 250 y 600 milicianos, mientras que del lado de Israel murieron 119 soldados y 43 civiles.