Inicio Internacionales La única opción para salir es un aeropuerto que está colapsado

La única opción para salir es un aeropuerto que está colapsado

13 minuto leer
Comentarios desactivados en La única opción para salir es un aeropuerto que está colapsado
0

La última ofensiva de Israel en Líbano que se inició con la explosión simultánea de miles de dispositivos móviles de Hezbolá y siguió con un ataque en Beirut contra la élite de la milicia, se ha recrudecido esta semana con una oleada de bombardeos contra poblaciones al sur y al este del país que han causado ya, según el Gobierno libánes, más de 500 muertos (muchos civiles, entre ellos 50 niños, dos trabajadores de ACNUR y un periodista), más de 1.800 heridos, y está dejando «decenas de miles» de desplazados, población local obligada a buscar refugio en la capital. 

En sus respectivos domicilios de Beirut —un día después de que el Gobierno de España haya pedido a la comunidad española, cercana a un millar, que salgan del país— responden al teléfono Daniel Gonzáleztouroperador barcelonés especializado en Oriente Medio, y Alberto Benjamín López Oliva, profesor de español en la universidad en Beirut. El primero tiene un pie en el aeropuerto, con un billete para salir de Líbano, pero no sabe si podrá hacerlo por las sucesivas cancelaciones de vuelos, mientras el segundo se ha dado una semana para reflexionar sobre si se queda en Beirut o regresa a Cádiz.

«Hasta el lunes he tenido clases, pero se han cancelado en todas las instituciones educativas. Está siendo una semana difícil. De las más desagradables«, reconoce Alberto, quien comparte piso con un periodista alemán en un barrio de mayoría cristiana cerca de la universidad Saint Joseph, donde lleva dos cursos siendo profesor de español.  

«Todo está muchísimo más tenso y vacío»

Por las calles de su barrio, que considera de los más tranquilos de la ciudad, «todo está muchísimo más tenso y vacío», aunque la gente siga saliendo de casa para hacer la compra, describe.

El barcelonés Daniel González lleva muchos años viviendo en Oriente Próximo y su casa está en pleno centro de Beirut. «Las últimas semanas han sido muy agitadas», explica, «además del cierre de las escuelas y de que la universidad se haga online, algunos horarios se han reducido en la función pública y en los bancos, aunque el sector privado funciona completamente. Con menos clientes de lo habitual, eso sí, porque la gente tiene un poco de miedo de salir a la calle, sobre todo desde que empezaron a explotar teléfonos móviles y buscas«.

Daniel explica que la situación más compleja actualmente se vive en el sur del país y en algunas zonas del interior. «Allí donde la población da apoyo al partido de Dios (Hezbolá). Pero en Beirut, por suerte, no está pasando nada, porque si empiezan a bombardear Beirut entonces esto ya sería un auténtico desastre».

El empresario catalán espera que la situación se empiece a apaciguar y que Israel no repita los bombardeos en el aeropuerto y contra  infraestructuras (carreteras y puentes) como sí hizo en 2006. «Mientras eso no pase, la vida es normal, por ahora. Lo que no quiere decir que la población no esté sufriendo. Todo lo contrario».

Hay «miedo», «ansiedad» e «incertidumbre»

Daniel explica que los libaneses han vivido muchas crisis en los últimos 30-40 años. «Guerras civiles, atentados de todo tipo, desgracias económicas», recuerda. Ahora observa que sus vecinos «están viviendo la situación, una vez más, con miedo, con ansiedad, con incertidumbre. No saben lo que pasará mañana. No saben si esto va a derivar en una guerra más bestia o simplemente va acabar con este episodio de violencia. Hay miedo. La gente está todo el día mirando el móvil, mirando las noticias».

Alberto, el profesor de español en Beirut, dice que sabe que su familia en Cádiz está preocupada por su seguridad, pero agradece que no cunda el pánico y la prudencia con la que le están dejando pensarse si se vuelve o se queda, algo que calcula que sabrá en una semana, según se desarrollen los acontecimientos en el país. Conoce bien la consigna de la embajada española, además está viendo cómo otros extranjeros de su círculo de amigos se marchan del país, pero él prefiere esperar.  

Porque además, irse tampoco resulta nada fácil, comenta: «Aquí la única opción para salir es un aeropuerto que está colapsado y te enfrentas a vuelos que se cancelan o que se reprograman«, dice. «Me han llegado vídeos de largas colas en el aeropuerto y de discusiones de pasajeros con la seguridad en los controles, con los militares, porque hay muchos libaneses también que tienen doble nacionalidad y que se están marchando a otro sitio». Efectivamente, solo este martes por la tarde el principal aeropuerto de Líbano canceló más de 30 vuelos y para este miércoles sólo consta en la página web un vuelo no cancelado hacia un destino europeo, Copenhague, de Middle East Airlines.

Daniel tiene un pasaje para El Cairo (Egipto) con Egypt Air, que ha cancelado el vuelo de mañana. Él espera que el jueves sí salga. «Tengo vuelo, pero si bombardean el aeropuerto o cancelan el vuelo entonces ya no hay viaje, ese es mi miedo. Otro no tengo porque no están cayendo bombas cerca de mí, pero lógicamente sabes que la situación regional es explosiva». 

«Una guerra aquí no servirá de nada»

Sobre cómo va a evolucionar la situación a partir de ahora, Daniel dice que puede «empezar a calentarse más de lo que ya está, que ya es muy caliente. Siempre es así la vida en Oriente Próximo, hace mucho tiempo que es así, en determinados países, ¿no? En Irak, en Siria, en Líbano, en Israel y en Palestina también». Sin embargo confía en que la cosa se arregle más pronto que tarde. «Una guerra aquí no servirá para nada, alargaría la cosa y sería cantidad de muertos, destrucción y no podrían terminar con Hezbolá tampoco», opina.

Una guerra aquí no servirá para nada, alargaría la cosa y sería cantidad de muertos, destrucción y no podrían terminar con Hezbolá tampoco

Alberto, por su parte, valora el privilegio de tener un pasaporte español, que le da más facilidades de las que tienen muchos libaneses, y por ellos dice sentir «impotencia», sobre todo desde que se han producido ataques israelíes contra población civil. Mientras habla por teléfono, se cocina la cena y sigue las noticias por los medios convencionales y por redes: «Estoy atento a todo, a ver cuál va a ser el siguiente paso, si va a haber una respuesta (desde Líbano) a la respuesta (desde Israel), y yo seguiré los protocolos específicos si la situación lo requiere».  


Link de la Fuente

Cargue Artículos Más Relacionados
Cargue Más Por Administrador
Cargue Más En Internacionales
Comentarios cerrados

Mira además

La decisión que se tomó en 1998 sobre los salarios en Argentina y que nos afecta hasta el día de hoy

Después de mas de 20 años de su creación, el sistema de Monotributo continúa funcionando e…