Internacionales Las deportistas afganas reaccionan | La opinión de Khadija Amin 8 minuto leer Comentarios desactivados en Las deportistas afganas reaccionan | La opinión de Khadija Amin 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr La presencia de mujeres atletas afganas en los Juegos Olímpicos de París se ha convertido en uno de los temas más complejos y polémicos, que refleja los desafíos y contradicciones más amplios en el ámbito de los derechos de las mujeres y la aceptación de los talibanes a nivel internacional. En los Juegos participaron seis atletas, tres de ellos chicas. Sin embargo, los talibanes han anunciado que no reconocen a las tres atletas femeninas que participaron en nombre de Afganistán. Tras llegar al poder, los talibanes prohibieron absolutamente la presencia de mujeres en el ámbito deportivo. Su objetivo es mantener a las mujeres alejadas de la esfera pública y social y evitar su progreso y prosperidad. Esta prohibición refleja claramente sus políticas misóginas y ha provocado reacciones negativas de la comunidad internacional, lo que ha afectado gravemente a la credibilidad del grupo. En respuesta a la postura de los talibanes de no reconocer a las representantes femeninas, varias deportistas han asegurado que los talibanes están tratando de borrar a las mujeres del país y de la escena internacional. Estas mujeres dicen que alguna vez compitieron y trajeron orgullo a Afganistán, pero ahora el gobierno talibán las ha privado de practicar su deporte. Miembros del Movimiento de Mujeres Fuertes de Afganistán han protestado por su ausencia en Juegos Olímpicos y en Mundiales. Una de ellas es Shukria Hojjat, karateka, que sostiene que «estas acciones demuestran que el objetivo de los talibanes es eliminar por completo a las mujeres. Han tenido tales pensamientos en el pasado y continúan con los mismos puntos de vista. Tienen miedo del empoderamiento de las mujeres afganas, y por eso están tratando de excluirlas de la sociedad». «Cuando dicen que no aceptan ni reconocen a estas tres deportistas, significa que no quieren mujeres en la sociedad en absoluto. Pese a lo duro que han trabajado para clasificarse, los talibanes prefieren que se queden en casa», añade Shukria Hojjat, que tiene un cinturón negro y más de diez medallas de plata y oro en distintas competiciones. Lleva siete años ejerciendo su deporte. Explica que, tras obtener el cinturón negro, estuvo entrenando a niñas huérfanas en un campo de fútbol sala durante dos años con el objetivo de aumentar la fuerza y la motivación de estas menores. «Es muy doloroso para mí haber practicado deporte durante muchos años, haber sudado y ganado medallas, mientras las chicas vivían en un país tradicional que consideraba malo que fueran a un gimnasio». Shukria Hojjat recuerda los muchos desafíos que enfrentaron las deportistas y sus familias, recibiendo insultos y humillaciones, que las llamaran prostitutas, todo para construir un lugar apto para practicar deporte; un esfuerzo que se truncó con el advenimiento del régimen talibán. Apunta que es doloroso que ni la Federación Olímpica ni ninguna otra institución hayan alzado la voz por las deportistas afganas. La propia Shukria había construido un pequeño gimnasio para entrenar a las mujeres, pero cuando llegaron los talibanes, se vio obligada a cerrarlo. Ya no tenía esperanzas de ir a ningún torneo y los talibanes acabaron anunciando oficialmente que todos los gimnasios de mujeres estaban prohibidos Después de aquello, practicó en casa durante un tiempo, como otras deportistas, intentando mantener la posición que se había construido y ser un modelo para las niñas: «Me desmoralizaban los matrimonios forzados de mis compañeras y la permanencia de los talibanes en Afganistán. Cada día me desmotivaba más e incluso dejaba de practicar en casa y me dedicaba a la costura para mantenerme ocupada y pagar mis gastos». «Tenemos un grupo de WhatsApp con nuestros compañeros. Los chicos se preparan para las competiciones, hablan de sus entrenamientos, y ver sus mensajes es muy difícil para nosotras. Nuestro objetivo al protestar ahora es que el mundo vea que hay mujeres deportistas en Afganistán y que escuchen nuestras voces», lamenta. La deportista critica duramente a la comunidad internacional, que ha permanecido en silencio mientras violaban los derechos fundamentales de las mujeres. Califica su silencio de vergonzoso y cómplice con los talibanes, instando a que tomen medidas contundentes y urgentes. Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado
