Para cada niña y niño en Argentina, un final feliz

Hace 35 años UNICEF trabaja en Argentina con un objetivo claro: garantizar el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; buscamos colocar a las chicas y los chicos en el centro de la agenda pública y de la sociedad para promover su bienestar en el presente y permitir el desarrollo pleno de sus capacidades a futuro.

En ese sentido, el organismo monitorea, en forma continua desde 2016, la pobreza, el presupuesto nacional destinado a la niñez y las políticas de protección de ingresos dirigidas a chicas y chicos en situación de mayor vulnerabilidad social.

Las mediciones sobre las condiciones de vida de las niñas y los niños continúan alarmando: desde la vuelta a la democracia, la pobreza en la niñez y adolescencia en Argentina nunca ha bajado del 30%. Según el último análisis de UNICEF (marzo 2024) más de siete millones de niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza monetaria debido a que, hace más de una década, el aumento de precios y el estancamiento económico han erosionado los ingresos de millones de hogares.

Las consecuencias en su calidad de vida son directas y concretas. Son un millón de chicas y chicos que se van a la cama sin cenar; un millón y medio, si se incluyen, además, a aquellos que se saltean alguna comida durante el día; 10 millones que comen menos carne y lácteos, en comparación al año pasado; y 4,5 millones de personas adultas que se saltean el desayuno, almuerzo, merienda o cena porque priorizan que lo hagan sus hijas o hijos (Octava encuesta, UNICEF, 2024).

En este contexto, desde UNICEF Argentina lanzamos la campaña “El hambre no tiene final feliz” para advertir sobre la situación de pobreza que enfrentan chicas y chicos desde hace décadas y llamar a la población a contribuir para modificar esta realidad.

Para cambiar el final es necesario dar respuesta a la pobreza que afectan a hogares con niñas, niños y adolescentes. Se requiere de una combinación de políticas que permitan sostener y mejorar los esquemas de protección de ingresos destinados a familias en mayor situación de vulnerabilidad y el uso adecuado de los recursos públicos para el cumplimiento de los derechos de niñas y niños.

Proteger la inversión en la niñez y la adolescencia es fundamental para sentar las bases de un desarrollo social y económico sostenible para Argentina.

Además, la población argentina cuenta con muchos ejemplos de solidaridad destinados a promover el bienestar de niñas, niños y adolescentes. UNICEF busca que todas y todos seamos parte de la solución e invita a contribuir con los programas que lleva adelante en el país: control, apoyo y seguimiento nutricional a personas en situación de vulnerabilidad; entrega de alimentos nutritivos para quienes presentan riesgos nutricionales; insumos indispensables para higiene y saneamiento; talleres de prevención de enfermedades; capacitaciones en oficios para personas a cargo de chicas y chicos; y talleres de cocina para comedores, entre otras iniciativas.

Si bien la pobreza en la infancia y adolescencia en Argentina es un problema estructural, se puede erradicar y debe ser una prioridad hacerlo. Los datos, monitoreos y evaluaciones de la situación de los hogares que UNICEF pone a disposición de la sociedad y las autoridades de los gobiernos cada año buscan contribuir a la protección y promoción de los derechos de las chicas y los chicos. Porque todas las niñas y los niños tienen el derecho a un final feliz.

Rafael Ramírez es Representante de UNICEF Argentina