Nacionales Según Uberti, Antonini lo llamó para recuperar los u$s800 mil de la valija 9 minuto leer Comentarios desactivados en Según Uberti, Antonini lo llamó para recuperar los u$s800 mil de la valija 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Exfuncionario arremetió por falso testimonio contra testigo que dijo haberlo visto compartir almuerzo con el venezolano. Sostuvo que recibió dos llamados posteriores de Wilson para que le devuelvan el dinero y rechazó ayudarlo. Echegaray denunció hackeo de su teléfono. DEVOLUCIÓN. El dinero secuestrado en el operativo del 4 de agosto de 2007. “¡Mintió!”. “Deliberadamente mintió y a mí me perjudica”. Tajante y ofuscado, el extitular del OCCOVI Claudio Uberti pidió ampliar su declaración indagatoria en el juicio oral por el presunto contrabando de casi u$s800 mil en la valija de Guido Antonini Wilson y apuntó hacia la testigo Emilie Guiot, excoordinadora de desayunos y almuerzos del hotel Sofitel. Tal como informó Ámbito, la semana pasada, la mujer -desde Francia donde reside y trabaja como asistente de dirección de una importante cadena de supermercados- ubicó, sin dudar, al exfuncionario compartiendo mesa con el venezolano que buscó ingresar el dinero, en torno a las mismas fechas de 2007. “Me llamó poderosamente la atención cómo relataba las situaciones tantos años después”, sostuvo Uberti que negó ser un cliente asiduo ni ser comensal frecuente con el exministro Julio De Vido. “¿Por qué mintió? No lo sé. No creo que haya recibido ningún llamado”, lanzó con suspicacia. Para ejemplificarlo, leyó el textual de la declaración de la testigo en la instrucción (hace años) y que fundó la elevación a juicio: allí decía que “nunca” había visto a Uberti con Antonini. El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores. suscribirse ya estoy suscripto Pero un dato central con el que el ex OCCOVI inauguró su segunda declaración fue que recordó algo que no se sabía hasta ahora: luego del decomiso de la maleta a su arribo a Aeroparque, Antonini Wilson lo llamó varias veces a Uberti preocupado por recuperar el dinero y por su situación judicial. “Después del hecho me comuniqué con Antonini Wilson. En una o dos oportunidades lo atendí a ver qué quería. Recuerdo que me llamó preocupado por su dinero y su situación. Yo le dije que no era con quién tenía que hablar, que lo arregle por sus medios. No fue amable mi respuesta”, relató ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico N°1 que se interesó en saber si había mencionado algo en relación al destino de esos fondos. Dijo no recordar. El fiscal Marcelo Agüero Vera preguntó qué le pedía en concreto el venezolano. “No podía intentar nada. No era la persona indicada. No se lo dije en buenos términos”, respondió. Informate más Reservando la chance de accionar por falso testimonio contra la exempleada del Sofitel, Uberti leyó un párrafo de su declaración donde la testigo relató que “conoció a Antonini Wilson en agosto de 2007” y respecto a Uberti, lo vio “ocasionalmente a comer acompañado de su secretaria pero nunca lo vio con Antonini Wilson”. La lógica con la que el exfuncionario pasó al ataque es cómo habiendo declarado eso en fecha cercana a los hechos, 16 años más tarde su versión había sido contundente respecto a las presencias que describió y sin dudar las repitió cuando fue preguntada especialmente a quiénes identificaba como acompañantes del venezolano en los días del hallazgo del dinero, cuyo origen y destino real continúa en una nebulosa. La declaración de una jornada desdoblada la completaron dos empresarios, Jorge Médica y Carlos Marino que para esa época habían participado de oportunidades de negocio con Venezuela, auspiciadas por entonces en la buena relación entre los gobiernos de Argentina y la buena sintonía con Hugo Chávez. El primero, había viajado con Uberti para un proyecto de venta de maquinaria agrícola. No conoció a Antonini y su acercamiento fue “institucional”, dijo. El segundo sí tuvo un encontronazo con el venezolano que se presentó en su empresa intentando traficar influencias sobre PDVSA con el presunto objetivo de suministrar tubos de acero. El problema es que la firma se dedicaba a la industria lechera y el empresario lo cortó en seco. “Se molestó bastante porque me decía que me abría la puerta para hacer negocios”, aseguró el testigo sobre un breve encuentro que mantuvo con Antonini y “su hijo”, según se presentó. Un punto que causó alguna fricción con el tribunal fue la denuncia que hizo el extitular de la AFIP Ricardo Echegaray sobre el hackeo de su teléfono al comienzo del juicio. Su defensa buscó enfatizarlo y Luis Losada -presidente del TOPE- la conminó a formular la denuncia o lo haría el propio tribunal. El hecho es cierto porque varios de sus contactos recibieron mensajes sospechosos. Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado
“¡Mintió!”. “Deliberadamente mintió y a mí me perjudica”. Tajante y ofuscado, el extitular del OCCOVI Claudio Uberti pidió ampliar su declaración indagatoria en el juicio oral por el presunto contrabando de casi u$s800 mil en la valija de Guido Antonini Wilson y apuntó hacia la testigo Emilie Guiot, excoordinadora de desayunos y almuerzos del hotel Sofitel. Tal como informó Ámbito, la semana pasada, la mujer -desde Francia donde reside y trabaja como asistente de dirección de una importante cadena de supermercados- ubicó, sin dudar, al exfuncionario compartiendo mesa con el venezolano que buscó ingresar el dinero, en torno a las mismas fechas de 2007. “Me llamó poderosamente la atención cómo relataba las situaciones tantos años después”, sostuvo Uberti que negó ser un cliente asiduo ni ser comensal frecuente con el exministro Julio De Vido. “¿Por qué mintió? No lo sé. No creo que haya recibido ningún llamado”, lanzó con suspicacia. Para ejemplificarlo, leyó el textual de la declaración de la testigo en la instrucción (hace años) y que fundó la elevación a juicio: allí decía que “nunca” había visto a Uberti con Antonini.
Pero un dato central con el que el ex OCCOVI inauguró su segunda declaración fue que recordó algo que no se sabía hasta ahora: luego del decomiso de la maleta a su arribo a Aeroparque, Antonini Wilson lo llamó varias veces a Uberti preocupado por recuperar el dinero y por su situación judicial. “Después del hecho me comuniqué con Antonini Wilson. En una o dos oportunidades lo atendí a ver qué quería. Recuerdo que me llamó preocupado por su dinero y su situación. Yo le dije que no era con quién tenía que hablar, que lo arregle por sus medios. No fue amable mi respuesta”, relató ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico N°1 que se interesó en saber si había mencionado algo en relación al destino de esos fondos. Dijo no recordar. El fiscal Marcelo Agüero Vera preguntó qué le pedía en concreto el venezolano. “No podía intentar nada. No era la persona indicada. No se lo dije en buenos términos”, respondió.
Reservando la chance de accionar por falso testimonio contra la exempleada del Sofitel, Uberti leyó un párrafo de su declaración donde la testigo relató que “conoció a Antonini Wilson en agosto de 2007” y respecto a Uberti, lo vio “ocasionalmente a comer acompañado de su secretaria pero nunca lo vio con Antonini Wilson”. La lógica con la que el exfuncionario pasó al ataque es cómo habiendo declarado eso en fecha cercana a los hechos, 16 años más tarde su versión había sido contundente respecto a las presencias que describió y sin dudar las repitió cuando fue preguntada especialmente a quiénes identificaba como acompañantes del venezolano en los días del hallazgo del dinero, cuyo origen y destino real continúa en una nebulosa.
La declaración de una jornada desdoblada la completaron dos empresarios, Jorge Médica y Carlos Marino que para esa época habían participado de oportunidades de negocio con Venezuela, auspiciadas por entonces en la buena relación entre los gobiernos de Argentina y la buena sintonía con Hugo Chávez. El primero, había viajado con Uberti para un proyecto de venta de maquinaria agrícola. No conoció a Antonini y su acercamiento fue “institucional”, dijo. El segundo sí tuvo un encontronazo con el venezolano que se presentó en su empresa intentando traficar influencias sobre PDVSA con el presunto objetivo de suministrar tubos de acero. El problema es que la firma se dedicaba a la industria lechera y el empresario lo cortó en seco. “Se molestó bastante porque me decía que me abría la puerta para hacer negocios”, aseguró el testigo sobre un breve encuentro que mantuvo con Antonini y “su hijo”, según se presentó.
Un punto que causó alguna fricción con el tribunal fue la denuncia que hizo el extitular de la AFIP Ricardo Echegaray sobre el hackeo de su teléfono al comienzo del juicio. Su defensa buscó enfatizarlo y Luis Losada -presidente del TOPE- la conminó a formular la denuncia o lo haría el propio tribunal. El hecho es cierto porque varios de sus contactos recibieron mensajes sospechosos.