Björn Höcke, el profesor de historia condenado por ensalzar el nazismo y que fue repudiado por un sector de su partido

Pero la insistencia de Höcke en demostrar su simpatía por Hitler, algo que, por otro lado, ha negado en varias ocasiones, viene de antes. En 2017, saltaba a la palestra por decir desde Dresde que el memorial a las víctimas del Holocausto en Berlín es un «monumento de la vergüenza». En esa misma intervención reclamaba que Alemania deje de centrarse en su pasado nazi. Más allá de las críticas, sus declaraciones provocaron que un grupo de artistas construyera una réplica del monumento frente a su vivienda como protesta unos meses después. 

Un año después, publicaba un libro, Gesprächband, en el que señalaba que no estaba bien calificar a Hitler como «totalmente maligno» y que el tema no «blanco o negro». En 2019, en el marco de manifestaciones anti-AfD a pocos días de las elecciones estatales de Turingia, un tribunal administrativo de Meiningen dictaminó que Höcke podía ser llamado «fascista» de forma legal tras la publicación de este libro. 

Otro juicio por odio

Las ideas de Höcke, que está enmarcado dentro de su propia formación en el ala más nacional-conservadora, conocida como Der Flügel (el ala), le han llevado a ser definido por los medios alemanes como populista, identitario y ultranacionalista. Entre sus promesas se encuentran las deportaciones masivas de inmigrantes, así como el cese de las ayudas sociales, del control de las fronteras europeas para responder a la crisis de refugiados y de limitar las leyes de asilo. También se ha mostrado claramente antiambientalista, quiere prohibir las turbinas eólicas y aboga por el regreso de la moneda nacional. 

Por sus comentarios racistas, Höcke tendrá que enfrentarse a un tercer juicio. El tribunal del distrito de Mühlhausen, en Turingia, ha admitido a trámite una acusación contra el líder político por incitación al odio debido a un mensaje que publicó en Telegram en 2022. En el mismo, en el que hablaba de un acto de violencia en Ludwigshafen, en el suroeste del país, acusaba a muchos inmigrantes de tener esta conducta habitual.

Todos estos discursos extremos, definidos por Jörg Meuthen, excopresidente del partido, como «una absoluta majadería», ha llevado a miembros de su partido a repudiarle e intentar expulsarle en varias ocasiones. En 2017, el Comité Ejecutivo Federal del partido inició un proceso de expulsión contra Höcke tras su polémico discurso en el acto de Dresde. El Tribunal de Arbitraje de Turingia rechazó la expulsión.

La AfD de Turingia, con Höcke a la cabeza, es una de las tres ramas regionales del partido que están bajo vigilancia de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) como grupo extremista de ultraderecha.