Israel acepta una ‘pausa humanitaria’ para la vacunación

Bebés y niños con piernas deformadas o paralizadas, torsos atrofiados y problemas para respirar. Es la apariencia del virus de la poliomielitis, más conocido como polio o ‘parálisis infantil’, que ha sacudido a la humanidad a lo largo de la historia y que, ahora, ha reaparecido en Gaza  tras haber sido erradicada en la Franja hace 25 años.

Lo advertían las autoridades sanitarias internacionales desde hace meses: las inexistentes condiciones sanitarias, la falta de vacunación, el hacinamiento, la escasez de comida y el agua contaminada de restos fecales se traducirían en enfermedades. Y así ha sido: en julio se declaró la epidemia de polio tras alertar de su presencia en aguas residuales del sur del enclave y hace dos semanas, confirmaron el primer caso de polio en un bebé de 10 meses que no estaba vacunado.

Ahora, en mitad de las negociaciones para un alto el fuego en la Franja,  Israel y Hamás han acordado una ‘pausa humanitaria’ de tres días, desde el 1 de septiembre, para vacunar a niños contra la polio, según ha anunciado la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, han aclarado que estas jornadas, que durarán ocho horas, desde las 6.00 de la mañana hasta las 14.00 de la tarde, no equivalen a un alto al fuego.

Dos vacunas para salir vivos de la polio

La poliomielitis es una enfermedad viral mortal que llegó a ser la causa principal de la parálisis de una gran cantidad de niños en todo el mundo y que, actualmente, está erradicada en la mayor parte del planeta desde hace cuatro décadas: desde 1988, el número de niños con poliomielitis ha disminuido un 99%, según Unicef.

El mérito de su desaparición: la vacunación masiva. Fue gracias, primero, a la vacuna de Jonas Salk (1955), que marcó un punto de inflexión en la cura contra esta enfermedad altamente infecciosa e incurable que, hasta entonces, registraba entre 5.000 y 50.000 casos por año solo en Estados Unidos. Después, en 1962, el investigador Albert Sabin desarrolló una vacuna oral contra la polio (OPV), utilizando un virus vivo atenuado que facilitó enormemente su distribución.

En 1994, tras los esfuerzos incansables de miles de trabajadores de la salud, vacunadores, epidemiólogos y el equipo de inmunización de la OPS, la Región de las Américas fue la primera del mundo en ser certificada libre de polio por la OMS.

La enfermedad de los más pequeños

El virus de la polio se transmite de una persona a otra principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino, según explican desde la Organización Mundial de la Salud.

Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolor en las extremidades, aunque al menos, una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y del 5% al 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios, añaden desde la OMS.

Los más afectados son, sobretodo, los menores de 5 años, aunque «cualquier persona que no esté vacunada puede contraer la enfermedad, sin importar su edad», explican los expertos. Además, la poliomielitis no tiene cura, solo se puede prevenir: «cuando se administra varias veces a un niño, la vacuna antipoliomielítica le puede conferir una protección de por vida».

Camino a la erradicación definitiva

La erradicación mundial de la polio no será definitiva hasta que todos los rincones del mundo puedan celebrarla. Lo explica la Dra. Gloria Rey, experta en poliomielitis y asesora regional de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), «si el poliovirus vivo debilitado puede circular en poblaciones con baja cobertura de vacunación, este puede mutar y convertirse en una forma que cause enfermedad y parálisis, lo que resalta la importancia de mantener una alta cobertura de vacunación en todos los países».

Actualmente, algunos territorios y comunidades marginadas que carecen de acceso a servicios esenciales siguen conviviendo con la poliomielitis. Un ejemplo de ello son algunas áreas del sureste de Afganistán y noroeste de Pakistán, donde en el año 2023 se registraron 5 y 2  casos respectivamente. 

«Si no se detiene la propagación de la enfermedad en estos últimos reductos restantes, esta puede reaparecer en todo el mundo. Por eso es imprescindible erradicar la poliomielitis de una vez por todas», afirma la OMS, que ha puesto en marcha una estrategia de erradicación de la poliomielitis a nivel mundial. «La plena aplicación en todas las zonas y la financiación íntegra de la Estrategia son fundamentales para su éxito».