Al menos un muerto y 11 heridos tras un ataque a un vehículo de pasajeros en Kabul

Una persona ha muerto y otras once han resultado heridas en el este de Kabul tras la explosión de una bomba adherida a un vehículo de pasajeros, informaron este lunes fuentes oficiales.

La explosión ocurrió en la zona de Dasth-e-Barchi de Kabul, por una mina magnética en un vehículo de pasajeros, ha dicho este lunes el portavoz de la Policía de la ciudad, Khalid Zadran, en un comunicado compartido con los medios.

La zona de Dasth-e-Barchi es predominantemente habitada por la minoría étnica hazara, que ha sido blanco de numerosos ataques, incluso después de la toma del poder por parte de los talibanes.

De acuerdo con el hospital de la ONG italiana Emergencia, a donde fueron trasladados los heridos, “tres de las víctimas eran mujeres”.

Hasta el momento, ningún grupo armado ha reivindicado la autoría del ataque, sin embargo, el Estado Islámico de Khorasan (EI-K, el brazo afgano del grupo yihadista) ha sido señalado como el principal sospechoso en este tipo de atentados contra minorías chiítas hazaras.

A pesar de las afirmaciones de los talibanes de haber logrado la estabilidad en el país, los ataques contra las minorías étnicas y religiosas continúan siendo una constante en Afganistán. El EI-K ha aprovechado la situación para expandir su influencia y llevar a cabo una campaña de terror dirigida principalmente contra los hazaras chiítas y sufíes.

“Las preocupaciones planteadas por los países e instituciones occidentales sobre la amplia presencia y la creciente amenaza de Estado Islámico (EI) en Afganistán son infundadas y están impulsadas por la propaganda”, dijo la semana pasada el portavoz principal del Gobierno de los talibanes, Zabiullah Mujahid.

En los últimos tres años, los ataques del EI se han dirigido contra las fuerzas de seguridad del gobierno talibán, las minorías chiítas hazara y los lugares de culto y escuelas de las comunidades sufíes en las provincias de Kabul, Kunduz y Balkh.

El 21 de marzo de 2024, al menos 23 personas murieron y otras 60 resultaron heridas en un ataque suicida en el Banco de Kabul en la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, mientras los empleados del gobierno talibán hacían cola para cobrar sus salarios.