Internacionales He pasado mucho miedo, empezaron a llover cenizas en el balcón 7 minuto leer Comentarios desactivados en He pasado mucho miedo, empezaron a llover cenizas en el balcón 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Un año más, las llamas vuelven a arrasar Grecia como si del cuento de nunca acabar se tratara. El gran incendio que está poniendo en jaque desde este domingo a Varnavas, en la región de Ática (Atenas), ha dejado ya 50.000 evacuados, 10.000 hectáreas arrasadas y al menos un fallecido. Así, los vecinos han vivido un infierno en los últimos dos días, según confirman los atenienses: «He pasado mucho miedo, empezaron a llover cenizas en el balcón y el viento era horrible». Todo se desató el domingo sobre las 16.00 horas (15.00 hora peninsular española) de manera totalmente inesperada, acelerando el corazón de los vecinos capitalinos. «Vi venir una inmensa nube de humo que dejó el cielo amarillo y me asusté porque era algo imprevisto», explica a 20minutos María Dolores Doménech, una española residente en la región, «a 20 minutos de caminando del Acrópolis». «Se convirtió en un infierno» En las primeras horas desde que se desatara el fuego, explica, las llamas estaban a 40 kilómetros de la capital, pero las fuertes rachas de viento las bambolearon rápidamente hasta situarse a tan solo ocho del epicentro griego. Esta situación, como consecuencia, desató el caos en Atenas, tal y como reconoce esta testigo con cierta angustia: «Con el viento se convirtió en un infierno». La entidad de las llamas y la velocidad a la que se desplazaban era tal que también podían observarse desde otros puntos del territorio heleno, como es el caso de Rafina, 40 kilómetros al este de Atenas. «Veíamos una gran columna de humo«, explica a este medio un turista español, de vacaciones en dicho lugar: «Lo peor fue el lunes. Hubo un trasiego constante de helicópteros. Parecía un puente aéreo«, reconoce. Ante esta tesitura y los avisos de las autoridades vía SMS, los vecinos decidieron quedarse encerrados en casa, defiende María Dolores: «Estuve todo el día viendo las noticias, con todo cerrado y el aire acondicionado puesto. Solo salí a pasear un poco a las perritas y hacía un calor horrible. No sé si era por la sensación del humo…». Un ambiente de «resignación» Dos días después, sin embargo, la situación parece más favorable, según confirman las autoridades. «El viento ha amainado, ya no hay nube de humo«, confirma esta española, aunque asevera que todo ha dado lugar a «una catástrofe». Esto se debe, tal y como reconoce el turista madrileño, a los fuertes vientos procedentes del Egeo y a la orografía de la zona, con predominio «de monte bajo y pequeñas casas que se van expandiendo por el campo» favoreciendo en cierto modo la propagación de las llamas. El ambiente en la capital helena, como consecuencia, «es de resignación», confirma María Dolores, y es que, tanto los campesinos de las zonas de monte como los habitantes de grandes urbes «están acostumbrados» a grandes incendios. Sin ir más lejos, el país sufrió un fatídico verano en 2023, cuando se quemó una cifra récord de 160.000 hectáreas (el 1,21% de su territorio), mientras que 28 personas perdieron la vida a causa de las llamas. Lo mismo sucedió hace poco más de seis años (julio de 2018), cuando esta misma región sufrió el peor desastre de este tipo en su historia, cuando 102 personas perdieron la vida dejando una cicatriz imborrable para sus vecinos. Dada la situación, y para evitar efectos devastadores como los vividos en el pasado, los efectivos ahora no bajan la guardia. En el lugar continúan trabajando más de 700 bomberos con 200 camiones, seis aviones y otros seis helicópteros cisterna con el objetivo de sofocar las llamas. Link de la Fuente Comparte esto:Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Relacionado
