La violación y asesinato de una doctora en Calcuta, el último ejemplo de la lacra que persigue a las mujeres en la India

El cadáver de la joven médica asesinada de 31 años fue hallado el viernes en las instalaciones del Hospital Universitario R.G. Kar, en la ciudad oriental de Calcuta. La autopsia realizada el sábado confirmó que la víctima había sido violada antes de su asesinato. La policía del estado de Bengala Occidental, del que es capital Calcuta, detuvo ese mismo día a un sospechoso.

Descrédito policial

El Tribunal Superior de Calcuta ha intervenido en la investigación del caso y ha ordenado que las pesquisas principales las lleve a cabo el Buró Central de Investigación de la India (CBI, por sus siglas en inglés), la principal agencia federal del país. Lo hizo después de observar falta de «avances significativos en la investigación» por parte de la policía de la ciudad, pese a un ultimátum de la autoridad regional.

El tribunal llegó a alertar de la posible destrucción de pruebas clave para la resolución del caso. Además, la Corte apreció errores por parte de la administración del Hospital R.G. Kar y de su director. Según medios indios, no es habitual que los servicios de inteligencia actúen como principales investigadores en casos como el de esta médica.

La policía de Calcuta ha mostrado su reacción en una publicación en su cuenta de Facebook: «Nos gustaría compartir que la policía de Calcuta ha utilizado sus mejores recursos y ha trabajado con absoluta profesionalidad en la investigación de la reciente y trágica muerte de una joven estudiante de medicina en el hospital R.G. Kar, en un periodo de menos de cuatro días». Y añadía: «Nos comprometemos a prestar toda la ayuda que la agencia necesite para garantizar que la familia de la víctima reciba justicia».

Huelga oficialmente desconvocada

Presionado por las asociaciones de médicos y de médicos residentes, el director del hospital donde trabajaba la doctora violada y asesinada dimitió el lunes. Desde ese día, los profesionales han estado en huelga en al menos cinco estados de la India. La huelga fue desconvocada anoche tras reunirse los representantes de la FORDA con el ministro de Salud del Gobierno indio, J.P. Nadda.

La organización médica había pedido la dimisión de todas las autoridades responsables del hospital. Tras verse con el ministro, aseguran en un comunicado que «las demandas que planteamos han sido satisfechas en su totalidad por el ministro, con medidas concretas en marcha y no sólo garantías verbales».

Entre ellas estaban la creación de un protocolo obligatorio que garantice la seguridad del personal sanitario y la ratificación de una Ley Central para la Protección de la Sanidad. No obstante, médicos ajenos a esta organización han rechazado el acuerdo y han seguido con las protestas.

Por ejemplo, en Bengala los manifestantes saldrán a la calle esta noche en al menos 45 localidades, informa Hindustan Times. Las protestas continuarán después de la medianoche del Día de la Independencia, exigiendo libertad para las mujeres.

Piden a las mujeres «serenidad emocional»

La falta de conciencia sobre la violencia que amenaza a las mujeres se da incluso entre las asociaciones de profesionales de la salud. A raíz del caso de Calcuta, el Colegio de Médicos y Hospital de Silchar, con sede en Assam, publicó un mensaje en el que pedía a las mujeres «serenidad emocional» mientras estuvieran de servicio y que evitaran «la atención innecesaria de personas sin escrúpulos».

Este miércoles han tenido que retirar el mensaje, después de que fuera ampliamente criticado, según informó la agencia de noticias PTI y cita el diario Indian Express. La Asociación de Médicos Subalternos del instituto había calificado el aviso de «indignante».

90 agresiones sexuales cada día

La violación y asesinato de esta doctora ha sido un caso extremo, pero la violencia sexual contra las mujeres parece enquistada en la India. El último informe de la Oficina de Registros de Crímenes, que corresponde a 2022, registró 31.516 casos de violación solo en ese año.

En la India se reportan cada día una media de 90 agresiones sexuales, lo que equivale a una violación cada 18 minutos. Pero son, sin duda, más. Activistas, organizaciones civiles y analistas creen que la cifra real es mucho mayor, ya que muchas no son denunciadas por miedo.

En la India a las mujeres se las excluye y castiga sólo ya por denunciar; porque las víctimas de violación y sus familias acaban estigmatizadas. Además, según la ley, dentro del matrimonio no hay violaciones.

Finalmente, a todo ello se suma el descrédito de la policía y otros cuerpos de seguridad y su incapacidad para llevar a los agresores ante la justicia. La organización Human Rights Watch, que califica las violaciones de «alarmantemente comunes», habla de impunidad e incompetencia.

Una española, víctima de una violación múltiple

Por todo ello, la India es el país más peligroso para una mujer, según un informe de la Fundación Thompson Reuters de 2018. Bien lo sabe la mujer española de origen brasileño que sufrió en marzo pasado un brutal ataque en una remota provincia al noreste de la India. Según su relato, fue violada por siete hombre varias veces durante dos o tres horas.

«Los siete me han violado todos, varias veces. Mientras dos o tres lo vigilaban a él (su marido), dos o tres venían y se turnaban», explicó la experimentada viajera que junto a su marido, que fue brutalmente golpeado, recorría el mundo en moto y que había acampado en una retirada explanada en la aldea de Kunji, el estado de Jharkhand.