un despiste, terreno resbaladizo y sus últimas señales de vida

Lo que pasó entonces aún se desconoce, aunque la hipótesis más repetida por los miembros de los equipos de búsqueda es que ambos pudieron sacar uno de sus teléfonos móviles para tomar una foto del paisaje y, debido al estado de la ruta en esta época de monzón en Nepal, resbalaron con las piedras mojadas y se precipitaron al vacío por la cascada. 

Horas después aparecieron las primeras pistas que ya hacían presagiar la tragedia: sus mochilas, pasaportes, un bastón de trekking y un teléfono móvil junto a aquella cascada en la que se perdió su rastro poco antes.

Su último rastro de vida

Hasta aquel supuesto accidente, los excursionistas habían seguido la ruta marcada e, incluso, en la mañana del domingo, a las 10.51 hora nepalí, registraron sus nombres en el puesto de control del Proyecto del Área de Conservación de Annapurna para informar que se dirigían a Ghorepani. Tres horas a pie de allí se encontraron sus pertenencias. 

Mientras tanto, a miles de kilómetros de distancia, en España, sus familias esperaban impacientes noticias de la pareja con la que llevaban sin hablar 48 horas, desde que la misma mañana, antes de comenzar la ruta, recibieron fotografías y un relato de sus aventuras en el país.