El Gobierno ensaya una agenda alternativa de anuncios para escapar del ancla de la recesión

En algunas encuestas de opinión habían comenzado a aparecer en la mitad del año signos del cansancio de la gente por la permanencia de una combinación que muchos imaginaron más efímera: los aumentos en las tarifas de servicios públicos y la recesión económica, que los encuestados simplificaban aludiendo a la caída del consumo, en el caso de los compradores, y de las ventas, si el que respondía era propietario o trabajador de una pyme.

Ese descontento, que tuvo su pico en agosto, parece hoy más estabilizado en una situación que pone a Javier Milei muy por encima de cualquiera de sus potenciales competidores, pero con una imagen positiva menor que la imagen negativa. Para decirlo de otro modo: el nivel de rechazo al Presidente se mantiene bastante estable, pero a Milei empezaron a mirarlo distinto los votantes neutros que lo había elegido en el balotaje o que incluso se esperanzaron con los primeros pasos del nuevo Presidente.

Federico Aurelio, de Aresco, uno de los encuestadores que consulta el Gobierno, dijo este jueves en Perfil que en sus números los rechazos y apoyos al Presidente están equilibrados, pero que ese balance ocurrió porque la imagen positiva de Milei cayó seis puntos y la negativa creció otros seis. Aurelio agregó que en las últimas semanas detectó que el veto a la reforma jubilatoria fue mal recibida por los encuestados.

Shila Vilker, de Trespuntocero, que venía observando un equilibrio casi perfecto entre la imagen positiva y la negativa del Presidente desde enero, este mes detectó una imagen negativa del 54,2% y una positiva diez puntos menor.

La caída del interés en la transmisión televisiva y en la reproducción en las redes sociales del discurso presidencial de presentación del Presupuesto 2025 frente a la inauguración del período de sesiones ordinarias de marzo podría ser otra manifestación de esa tendencia hacia la normalización de un dirigente que se había presentado en el escenario casi como alguien inclasificable.

Esos problemas que detecta la gente en la economía real aparecen separados del verano financiero y cambiario que experimenta el Gobierno desde hace ya varias semanas y que pareció consolidarse con la buena recepción que le dio el mercado al proyecto de Presupuesto y, sobre todo, al énfasis que le puso Milei al déficit cero para 2025.

El Gobierno parece haber tomado nota de la novedad, y así comenzó a trabajar en la opinión pública anuncios y decisiones sobre otros temas alejados del día a día de la economía pero que a Milei le rindieron bien.

Uno de ellos es el combate con las marchas y manifestaciones callejeras que pudo verse en el Congreso hace pocos días.

Otro es la pelea contra los sindicatos de Aerolíneas Argentinas: el Gobierno detectó que cualquier escaramuza con los pilotos -por el lugar de Pablo Biró en el directorio de la compañía, por el acceso de los empleados a viajes en la clase business, por los salarios que paga la empresa- trae beneficios para la Casa Rosada.