El derecho a la educación se juega en marzo

El inicio de clases es un hito del sistema educativo, en la vida de las familias con niños, niñas y adolescentes. Todos se preparan para arrancar el año. Los chicos y chicas están pendientes: los útiles escolares en la mochila, nuevas asignaturas, ajuste de horarios, expectativas, reencuentros, nuevos desafíos y oportunidades.

Argentina logró que casi todos los chicos y las chicas estén en la escuela, con desafíos todavía importantes para que completen el nivel secundario. El acceso a la educación es prácticamente universal: no obstante, sabemos que aún no está asegurado el acceso a los aprendizajes fundamentales.

En primaria solo 1 de cada 2 estudiantes comprende un texto sencillo a los 10 años y entre quienes están en el último año del nivel secundario, solo 2 de cada 10 alcanza aprendizajes satisfactorios en matemáticas.

La semana pasada, en el marco del Consejo Federal de Educación, los 24 ministros y ministras de las provincias retomaron estos desafíos, debatieron sobre la importancia de priorizar una política federal de alfabetización y se presentaron distintas estrategias de acción. Se trata de un importante hito del sector educativo, en el que participamos junto a otros organismos.

Argentina se comprometió a garantizar las bases para avanzar y cumplir con las normativas vigentes: 190 días de clases, condiciones de infraestructura y salariales, de docentes y no docentes, formación profesional, recursos para las escuelas y estudiantes.

Todos estos factores son determinantes para poder revertir los datos que arrojan nuestros sistemas de información y asegurar políticas públicas que garanticen la oferta de servicios educativos suficientes y de calidad en todo el territorio nacional.

Esto requiere presupuestos suficientes y capacidades de gestión e institucionales para el desarrollo de las actividades pedagógicas, de cuidado y bienestar para todas las chicas y chicos.

A los desafíos planteados se agregan los 434,771 mil chicos y chicas que, por distintos motivos sociales y escolares, no están en la escuela. Para llegar a ellos son necesarias estrategias diferenciadas que requieren recursos, saberes específicos, materiales y formación.

Existen en el país buenas prácticas y políticas en marcha para avanzar en esta dirección, que deben sostenerse en el tiempo y contar con inversión suficiente.

Entre otras, se destaca la ampliación de la jornada en el nivel primario en casi todas las provincias, la distribución de materiales didácticos, el sostenimiento de becas para los estudiantes que lo necesiten, y procesos de transformación de la educación secundaria tradicional y con programas de alfabetización inicial que muestran resultados positivos.

Argentina, como muchos países de la región, ha establecido compromisos a nivel global, regional y local con la agenda educativa para acelerar procesos que aseguren aprendizajes fundamentales. El derecho a la educación se pone en juego hoy más que nunca garantizando desde todos los sectores un buen inicio del ciclo lectivo 2024.

Luisa Brumana es Representante de UNICEF Argentina y Ernesto Fernández Polcuch, Director de la Oficina Regional UNESCO.