El rol de los académicos en el debate público

En un mundo cada vez más interconectado y complejo, la participación de expertos en el debate público se ha vuelto esencial. Entre estos expertos, los profesores universitarios desempeñan un rol único y significativo. Su aporte no solo enriquece la discusión con conocimientos especializados, sino que también fomenta un análisis crítico y bien fundamentado de los temas actuales.

“Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”. La frase de Henry Brooks Adams, escritor e historiador estadounidense, refleja profundamente la idea de que el impacto de los profesores va más allá del aula y se extiende al debate público y a las generaciones futuras.

Un estudio, publicado en Nature por Marta Natalia Wróblewska (2021) de la Universidad de Warwick del Reino Unido, analiza cómo el concepto de «impacto» se ha integrado en la evaluación académica. El trabajo se centra en el análisis de casos de estudio y entrevistas con académicos, e investiga la naturaleza y las consecuencias del aumento del «impacto de la investigación» como elemento de evaluación académica desde la perspectiva del discurso.

Los profesores universitarios aportan una perspectiva valiosa que combina investigación de vanguardia y una comprensión profunda de las teorías históricas y contemporáneas. Esta combinación les permite ofrecer análisis y soluciones a problemas complejos, desde políticas públicas hasta avances tecnológicos y desafíos sociales. Su capacidad para relacionar teorías abstractas con problemas concretos es crucial para el desarrollo de políticas informadas y efectivas.

Sin embargo, la participación de los académicos en la esfera pública también enfrenta desafíos. La brecha entre la academia y el público general a menudo puede ser amplia, con investigaciones y discursos que pueden parecer inaccesibles o irrelevantes para el público. Superar esta barrera requiere un esfuerzo consciente por parte de los académicos para comunicar sus ideas de manera clara y efectiva.

Michelle Dimino, directora del programa de educación del think tank Third Way, una ONG de Washington, DC, de gran influencia sobre funcionarios, intelectuales y empresarios de Norteamérica, dice: “Los académicos y los responsables políticos se necesitan mutuamente. He visto de primera mano los silos entre las esferas académica y legislativa que a menudo impiden que investigaciones académicas importantes lleguen a manos del personal del Capitolio, donde los tomadores de decisiones pueden convertir esa investigación en acción”.

También la universidad, como institución, juega un rol preponderante para que sus principales “jugadores” influyan más en la sociedad para su progreso y desarrollo.

Andrew Hoffman, un profesor de la Universidad de Michigan que investiga la sostenibilidad empresarial, en una publicación de la propia universidad, señala que los profesores a menudo enfrentan desafíos para involucrarse en estos debates debido a la estructura de incentivos en la academia, donde actividades como aparecer en los medios o escribir artículos de opinión no siempre son valoradas.

Sin embargo, subraya la necesidad de que los académicos aprendan a comunicarse efectivamente con el público y sugiere que las universidades deberían brindar más apoyo y formación para estas actividades​​.

Los profesores universitarios juegan un papel indispensable en enriquecer y guiar el debate público. Su capacidad para conectar el conocimiento académico con los problemas del mundo real es fundamental para una sociedad informada y comprometida. A medida que enfrentamos desafíos globales cada vez más complejos, la voz de la academia es más vital que nunca.

Guillermo Nanni es Director de Comunicación de la Universidad Austral.