la clave para la inclusión financiera global

En el mundo acelerado e interconectado en el que vivimos hoy en día, el acceso a los servicios financieros se convirtió en algo más que una comodidad: es una necesidad fundamental para las personas y las comunidades de todo el mundo. Aunque la inclusión financiera es un objetivo necesario, se enfrenta a numerosos obstáculos, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.

En los últimos años, con la aparición de soluciones de identidad digital, el panorama de la inclusión financiera se reconfiguró trayendo consigo oportunidades para aquellos que durante mucho tiempo estuvieron excluidos del sistema financiero tradicional.

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Las herramientas en la lucha por la inclusión financiera revolucionan lentamente la forma en que accedemos a los servicios financieros. Esta transformación, impulsada en gran medida por los avances tecnológicos, ya está mostrando avances significativos en el empoderamiento de comunidades y personas de todo el mundo.

La inclusión garantiza que todo el mundo, independientemente de su origen socioeconómico, tenga acceso a los servicios esenciales: sin estos servicios, aumenta la vulnerabilidad a la inestabilidad financiera, lo que hace más difícil escapar del ciclo de la pobreza. Aquí es donde entra en juego la identidad digital como factor de cambio.

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Esta representación en línea, que puede funcionar a través de la biometría, aplicaciones para smartphones u otras soluciones innovadoras, proporciona una forma segura y cómoda para que las personas demuestren que son reales en Internet. La gran ventaja de esta identificación es que puede ayudar a llenar un vacío, empoderando a las personas al concederles acceso a los servicios bancarios, facilitando las transacciones y construyendo un historial financiero que puede abrir muchas puertas.

Históricamente, muchas barreras excluyeron a las personas del acceso a los servicios financieros. Estos obstáculos incluyen la distancia a los bancos físicos, la falta de documentación o incluso los costes asociados al mantenimiento de las cuentas bancarias tradicionales. La identidad digital rompe con este status quo, ofreciendo una solución rentable y eficaz que tiene el potencial de reducir costes y aumentar la eficiencia en la incorporación de clientes.

Uno de los aspectos cruciales de cualquier sistema financiero es la confianza y la seguridad. Las tecnologías se diseñan pensando en la seguridad, incorporando características como tecnologías de prueba de humanidad, criptografía y blockchain para proteger la información sensible de los usuarios. Y, a medida que estas tecnologías se generalizan, crece y prospera la confianza del público en los servicios financieros digitales.

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Aunque el camino hacia la inclusión financiera mundial dista mucho de haber terminado, la identidad digital destaca como un poderoso facilitador del progreso. Al eliminar las barreras tradicionales y mejorar la seguridad y la confianza en las transacciones financieras, también promueve el crecimiento económico. No es sólo un facilitador de la inclusión financiera, sino un paso hacia un mundo más equitativo. Es una poderosa herramienta que, utilizada de forma responsable, puede promover un crecimiento económico integrador y garantizar que nadie se quede atrás en la era digital.

A medida que avanzamos por este camino, debemos asegurarnos de que la tecnología sirva como una fuerza positiva y contribuya a la creación de un mundo más inclusivo para todos.

Por Martín Mazza, Regional General Manager de Worldcoin en Latinoamérica.-