se espera mayor cosecha (pero preocupa caída de los precios internacionales)

Hay una noticia buena y una mala proveniente del agro. Primero la buena: este año las exportaciones de granos y subproductos sumaría ingreso de divisas por alrededor de u$s34.400 millones, lo que representaría u$s11.000 millones adicionales a los obtenidos en la fatídica campaña previa, cuando la sequía fue el denominador común. En segundo término la mala: los precios internacionales de la soja y el maíz no paran de caer en el mercado internacional y los fondos agrícolas siguen apostando a un escenario súper bajista. Mientras tanto, los productores locales miran con especial atención el tipo de cambio oficial y la brecha con los paralelos. Un combo complejo.

Según las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en un escenario donde se prevé alcanzar una producción de 136,4 millones de toneladas -la segunda mayor cosecha de la historia, aunque estancada en valores cercanos hace 5 campañas-, el sector agrícola indicaría signos de recuperación en su aporte a la economía respecto a la campaña previa a pesar de la significativa caída de los precios. Más concretamente, se proyecta que las exportaciones del sector crecerán en u$s11.112 millones en comparación con la campaña anterior. No obstante, los ingresos por exportaciones serían inferiores a los de la campaña 2021/22 por un total de u$s9.462 millones.

Fundamentos

En este contexto, en lo que respecta a los precios internacionales, según detalla la consultora Granar, el viernes pasado la soja completó la sexta semana bajista consecutiva en Chicago, donde los contratos marzo y mayo perdieron un 0,33 y un 0,55%, luego de pasar de 445,79 a 444,32 y de 449,38 a 446,90 dólares por tonelada. Así, el nivel de precios se mantiene en lo más bajo desde noviembre de 2021.

En el mercado local, durante la última semana, según la Secretaría de Agricultura el valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 457 a 450 dólares por tonelada; el del aceite, de 831 a 845 dólares, y el de la harina, de 434 a 420 dólares por tonelada.

Entre los fundamentos bajistas que prolongaron la tendencia negativa volvieron a destacarse la previsión de una súper cosecha de soja en Argentina, aunque también relacionado con el clima, la campaña brasileña sigue siendo un interrogante porque se estima un recorte productivo en el país vecino y allí los compradores miran con atención el desarrollo de la campaña local. Las lluvias de los últimos días en Brasil podrían demorar además la cosecha.

Con este escenario los fondos agrícolas, que operan futuros y opciones en el mercado de granos, siguen apostando a un escenario bajista tanto para la soja como para el maíz no solo en las próximas semanas sino más a largo plazo. Así los u$s500 por tonelada para la soja se alejan cada vez más y por ahora no aparecen signos de recuperación de los valores.

Con una visión de mediano/largo plazo la consultora Granar marca un dato clave: “Desde China se informó que el país ampliará la siembra de soja –también de maíz– transgénica. Pan Wenbo, director del departamento de Gestión de Plantaciones del Ministerio de Agricultura chino, argumentó que con esta medida se busca elevar los rendimientos y mejorar la seguridad alimentaria”.

«En el próximo paso, mejoraremos la tecnología, fortaleceremos la gestión y ampliaremos el uso de soja y maíz transgénicos de manera ordenada», dijo a Wenbo. En diciembre China emitió licencias a 26 empresas para producir y vender semillas de maíz y de soja transgénicos y la semana pasada aprobó variedades adicionales de estos cultivos para su importación y producción. Así el gigante asiático cuanto más soja y maíz siembre y en la medida que crezcan sus rindes, serán toneladas que le dejará de comprar a países productores como Argentina y Brasil.

En abril, la liquidación de divisas cayó a u$s 1.376 millones, su menor volumen en el año

La liquidación de divisas sumaría este año u$s34.400 millones.

Cosecha y precios

Con la posibilidad de una suba de retenciones descartada, luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara el viernes que retiraría el capítulo fiscal de la “Ley Ómnibus”, los productores continúan mirando con atención -y bastante recelo- el incremento de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos.

Históricamente la alta brecha desincentivó la venta de granos por parte de los productores, que en la medida de contar con espalda financiera guardan soja en los silos a la espera de un salto en el dólar oficial o un incentivo cambiario para liquidar. Es por ello que en el mercado adelantan la necesidad de una devaluación del oficial previa a la cosecha que de no concretarse complicaría el ingreso de divisas en un período crítico para la economía y clave para los planes del Gobierno.

Mientras tanto, el director de RIA Consultores, Javier Preciado Patiño, lo expresa con claridad: “La brecha entre el dólar exportador (80% oficial / 20% CCL) volvió a estar en el 30%, al igual que al momento del ballotage cuando se ofrecía el mix 50/50. Para el agro, la devaluación del 12 de diciembre no fue del 118% sino del 30% y un dato no menor es que el precio de la soja en el mercado doméstico está estancado en torno a los 260/280 pesos por tonelada desde la devaluación de diciembre. En este contexto en los últimos días se ralentizó la venta de granos y hay que estar muy atentos porque está por comenzar la cosecha de maíz y este escenario puede complicar el ingreso de divisas en el muy corto plazo”.